Estrés postvacacional al volante

Volver al trabajo tras las vacaciones puede ser duro, y no solo para la mente sino también para la conducción. El estrés postvacacional es un fenómeno común que puede afectar nuestra concentración, reflejos y capacidad de reacción al volante. Estudios recientes indican que durante las primeras semanas tras la vuelta al trabajo, los accidentes de tráfico leves tienden a aumentar, sobre todo en desplazamientos habituales al trabajo o a actividades rutinarias.

¿Por qué?

Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera cortisol y adrenalina, hormonas que aumentan la tensión y la alerta, pero que también pueden provocar fatiga mental y muscular. Esto se traduce en decisiones impulsivas, menor atención a señales de tráfico y mayor propensión a cometer errores que normalmente no haríamos. Los expertos advierten que incluso trayectos cortos pueden suponer un riesgo si no gestionamos el estrés adecuadamente.

Además, el estrés postvacacional puede derivar en somnolencia, irritabilidad y falta de paciencia con otros conductores, lo que incrementa la probabilidad de incidentes de tráfico, sobre todo en áreas urbanas con tráfico denso o en carreteras con limitaciones de velocidad variables.

Volver bien

Adaptarse gradualmente a la rutina es clave. Empezar la semana laboral con horarios flexibles, planificar los trayectos con antelación y evitar atascos siempre que sea posible ayuda a reducir la tensión. Otra estrategia eficaz es asegurarse de descansar bien antes de conducir y mantener la mente despejada. Técnicas de respiración o pequeños ejercicios de relajación antes de subirse al coche pueden marcar la diferencia.

Al mismo tiempo, es importante revisar el vehículo tras las vacaciones: frenos, neumáticos, niveles de aceite y otros elementos esenciales deben estar en perfecto estado para evitar complicaciones que puedan aumentar el estrés mientras conducimos.

Desde Applus+, recordamos que la inspección técnica de vehículos (ITV) es clave para detectar cualquier anomalía que pueda complicar la conducción, especialmente en momentos en los que nuestra atención no está al 100%.

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