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La importancia del catalizador
El catalizador es uno de los componentes clave del sistema de escape y juega un papel esencial en la reducción de emisiones contaminantes. Sin embargo, también es una de las piezas más desconocidas por los conductores y, en los últimos años, uno de los elementos más robados en determinados modelos de vehículos. Comprender qué es, para qué sirve y cómo evitar problemas es fundamental para circular con seguridad y dentro de la normativa.
¿Qué es?
El catalizador es un dispositivo instalado en la línea de escape que se encarga de transformar los gases contaminantes en compuestos menos perjudiciales para el medio ambiente. Lo consigue mediante un proceso químico interno en el que intervienen metales como el platino, el paladio o el rodio. Gracias a esta pieza, el vehículo puede cumplir con los estándares europeos de emisiones y circular sin exceder los límites permitidos.
Posibles averías
Aunque es un componente diseñado para durar muchos años, el catalizador puede sufrir averías por varios motivos:
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Acumulación de residuos procedentes de la combustión.
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Fallos en bujías o inyectores que generan mezclas incorrectas.
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Golpes o impactos en la parte inferior del vehículo.
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Exceso de combustible sin quemar que llega al escape.
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Kilometraje elevado sin mantenimiento del resto del sistema.
Cuando el catalizador deja de funcionar correctamente, el coche puede perder potencia, aumentar su consumo o emitir humos anómalos. En muchos casos, el testigo de avería del motor aparece para alertar de un funcionamiento incorrecto.
Precio
El coste de un catalizador depende del modelo y de los metales presentes en su interior, pero suele situarse entre 300 y 1.000 euros, e incluso más en vehículos de gama alta o en coches híbridos.
Los robos de catalizadores han aumentado en los últimos años por el valor de los metales que contienen. El platino, el paladio y el rodio alcanzan precios muy elevados en el mercado internacional, lo que hace que estos dispositivos sean atractivos para redes dedicadas a la reventa ilegal.
Los modelos con catalizadores de fácil acceso (especialmente algunos SUV y vehículos híbridos) se encuentran entre los más afectados. El robo suele producirse en pocos minutos y puede dejar el vehículo inutilizado.
Evita el robo
Aunque no existe un método infalible, sí hay medidas que pueden reducir el riesgo:
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Aparcar en zonas vigiladas o en garaje siempre que sea posible.
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Instalar protectores metálicos específicos para el catalizador.
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Evitar dejar el coche varios días en el mismo punto en zonas poco transitadas.
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Utilizar cámaras de seguridad si el vehículo permanece habitualmente en la vía pública.
Clave en la ITV
El buen estado del catalizador es imprescindible para superar la inspección. Dañado o manipulado puede provocar valores de emisiones fuera de lo permitido, lo que se traduce en un resultado desfavorable. Por ello, ante cualquier síntoma de fallo es recomendable acudir a un taller y realizar una revisión completa del sistema de escape.
Pide cita previa ITV y asegura el buen estado de tu vehículo, catalizador incluído.